En nuestra vida diaria no somos conscientes muchas veces de la carga que llevamos, pero ésta no deja de estar presente. Podemos pasar la existencia sin prestar atención a detalles, -pequeños pero importantes-, que inciden poderosamente en nuestras emociones y nuestra vida. Así, se va acumulando poco a poco lo que pesa, sin que seamos lo suficientemente conscientes como para deshacernos de la carga.
Al terminar de leer «Lo que pesa»1 del poeta Cristian Mir Zambrano (nacido en Sant Boi de Llobregat, Barcelona, en 1980), lo primero que llama la atención es la fina atención al detalle, las pequeñas cosas llenas de emoción que constituyen una intimidad transparente, esto es: cosas que todos conocemos y entendemos. pero de las nunca o casi nunca hablamos y muchas veces ni siquiera somos conscientes de ver.
El poeta se convierte en un espejo magnificador que nos va señalando pequeños detalles que parecen escondidos a plena vista. Nos va llevando en una espiral de lo íntimo y lo personal a lo que nos atañe como sociedad humana. En todo caso, podemos sentirnos identificados con mucho de lo que nos cuenta de manera sencilla y directa, aunque las experiencias no sean exactamente las mismas.
El estilo despojado de artificios de la poesía de Mir Zambrano facilita esta identificación y permite el acceso a la emoción de lo que nos cuenta. Su poesía es breve, directa, honesta. De esa manera, nos invita a la reflexión constante que viene de manera natural al ir leyendo. Nos va envolviendo una atmósfera contemplativa que nos hace decir: «es cierto, yo también» o bien «no creo que sea así», pero que en todo caso activa la reflexión por medio de la emoción. El espejo magnificador destaca momentos, detalles y fragmentos que siempre estuvieron allí, y que íbamos ignorando a fuerza de verlos todos los días, sin detenernos a realmente mirar.
El poemario está dividido en tres partes: en la primera, llamada «Lácrima» invita al alivio del llanto que desahoga, y es un paseo por la parte más íntima, llevándonos por la nostalgia, las dudas (incluso las dudas propias sobre saber si uno es o no escritor), el amor, el desamor, y la parte muy personal. Un atisbo a la intimidad de las emociones. Veamos uno de los poemas de esta sección, que podríamos calificar de ‘credo poético’:
La poesía y la vida infame
Escribir poesía
es un acto de rebeldía
contra una tiranía
de una infame vida.
Impuesta a la fuerza
por unos cánones,
de riqueza,
ambiciones,
poder sobre lo material.
Que atormenta a unos hombres,
sin recursos,
sin estudios,
sin motivaciones.
Hambrientos,
famélicos,
enfermos;
en donde existir,
ya es un hecho heroico.
La poesía es un acto de rebeldía, heroico, que nos puede llevar a sanar de este mundo y sus locuras. A lo largo del poemario hay numerosas alusiones a la capacidad de la palabra para curar. La poesía como terapia para el alma2. En parte por eso la sencillez de la poesía, la búsqueda de una comunicación efectiva.
La segunda y central parte del poemario le da título al libro «Lo que pesa», y explora mayormente las relaciones familiares, ampliando y paseando el espejo magnificador al ámbito familiar y de relaciones cercanas. Son significativas las apelaciones al hermano ausente, al amor a sus hijastros, a la diferencia de comportamientos en seres de la misma sangre… Una manera de interrogarse a sí mismo sobre decisiones tomadas, dudas, indagación poética.
Hermandad distanciada
No te enfades conmigo
hermano mío.
Escribo para nuestro sobrino,
al que tanto amamos.
Le quiero dejar un legado,
para que aprecie sus antepasados
y pueda estar orgulloso de lo que fuimos.
Hay afecto a pesar de la distancia, hay una intención integradora de la familia, que es uno de los temas más importantes en esta parte.Escribir para sí mismo y para los suyos, dejando resonar en cada uno de nosotros esos detalles de las relaciones familiares que quizá pasamos por alto. Pero también, hay tiempo para revisitar lateralmente mitos como el de Odiseo.
El marino y la sirena
Un marinero es seducido
por una bella sirena.
Se lanza por la borda enamorado,
de sus cantos;
y se adentra en el océano
ahogado,
ahogado.
Lo cual es interesante, porque al fin y al cabo la peripecia de Odiseo (o Ulises) es un largo camino de regreso a casa y los peligros en el camino.
En el poema que da título a la sección:
Lo que pesa
Vives envuelto en pesadillas.
Le pones énfasis a los asuntos en demasía.
Te corroe por dentro la falta de prosperidad.
Así no puedes avanzar,
pues solo piensas en lo material.
Vemos de manera breve, sencilla y directa el tema central de este libro: la interrogación poética principal que discurre a lo largo de los distintos poemas. Con qué elegimos quedarnos, qué cargas elegimos llevar, muchas veces sin ser realmente conscientes. Está en nosotros saber cómo avanzar, qué ir dejando por el camino y de qué manera. Para esto, la poesía, la reflexión, pueden ser un bálsamo que nos alivie.
La tercera parte del libro, llamada «Desolación» amplía el espacio de reflexión y lleva el espejo magnificador a lo social, un paseo por lo que es y puede ser España (y podemos interrogarnos igualmente, cada uno, por su propio país), un merecido homenaje a Antonio Gala. Pero por sobre todas las cosas, en esta sección prevalece la reflexión sobre la guerra y sus consecuencias.
Cuando pasamos el espejo magnificador por la sociedad (cualquier sociedad) uno de los aspectos a destacar es el hecho que más trastorna y transforma a la misma. La guerra, desde antiguo a la actualidad, resulta un traumático transformador de vida, modo y maneras. Para algunos puede ser una épica, vista desde lejos sin duda. Pero dentro de la guerra misma hay detalles de esa intimidad transparente, que conocemos pero no conversamos, no destacamos mucho. Que se ha vuelto invisible a fuerza de ubicua. El horror, las heridas de cuerpo y alma, el exilio, la violencia. Pero también, en medio de tanto caos, la esperanza.
El retorno del soldado
Hijo mío
has vuelto.
Nadie lo esperaba,
te dábamos por muerto.
Sé de tu aflicción.
Se percibe en tu rostro
lo que has sufrido,
experimentado.
Ahora debes vivir,
de eso se trata la vida.
Festeja con una chica,
forma una familia,
ten hijos.
Olvidar no es fácil,
aún sigues vivo.
Da gracias a la diosa fortuna
por seguir con vida
y estar de nuevo
junto a nosotros.
Luego de dar vueltas por el mundo, experimentar el dolor, la angustia, la violencia… Luego de pensar en la quirúrgica transformación del mundo que es la guerra, el retorno puede ser agridulce. Hay esperanza teñida de temor, pero esperanza al fin.
Para algunos la guerra (cualquier guerra) es una épica, una heroica exaltación. Pero luego de leer cabe preguntarnos ¿por qué?. Quizá la verdadera hazaña heroica sea el sencillo coraje de existir. Sobrevivir y ser una buena persona, con todo lo que implica. Y a través de la poesía, escrita y leída, irnos liberando de lo que pesa.
- Aliar 2015 Ediciones, S.L. (https://aliarediciones.es/); N.º 1 edición (19 octubre 2023)
↩︎ - El primer interés de Cristian Mir Zambrano es el mundo sanitario, primero como técnico de transporte en empresas de ambulancias. Desde el año 2007 trabaja como personal sanitario en el Departamento de Enfermería el Hospital del Mar, Barcelona – España.
↩︎
Queremos leerte: