Se dice que la raza de mujeres guerreras conocidas como amazonas descendía de Ares y la ninfa Harmonía. Vivían en el Mar Negro, que para los griegos era el límite del mundo conocido, y eran conocidas por su feroz independencia y sus increíbles habilidades en los ámbitos de la caza, la equitación, el tiro con arco y la guerra. Según algunas fuentes, las amazonas vivían cerca de la tribu exclusivamente masculina de los gargareanos y ambos grupos se reunían anualmente para procrear.
De todas estas guerreras, Hipólita es la más conocida. Al igual que el resto de las amazonas era hija de Ares, portadora de un cinturón mágico, símbolo de su poder y autoridad como líder de las amazonas. En las diferentes variantes de los mitos griegos, Hipólita desempeña papeles distintos, a veces contradictorios.
Una de las historias más conocidas de esta reina amazona es su rol en los doce trabajos de Hércules. Hijo de Zeus y de la mortal Alcmena, Hércules fue el más grande de los héroes griegos. Sin embargo, el hecho de que hubiera nacido de una aventura ilícita despertó los celos y la furia de Hera, la esposa de Zeus, que buscaba constantemente formas de intentar matar, o al menos atormentar, a Hércules. El momento de su venganza llegó cuando Hércules se casó con la princesa Mégara, con la que tuvo tres hijos. Hera que no olvidaba el insulto, provocó a Hércules un ataque de locura, durante el cual mató a Mégara y a sus hijos. Una vez muertos, Hera permitió que la locura desapareciera para que Hércules pudiera ver con sus propios ojos lo que había hecho. Angustiado, Hércules buscó alguna forma de expiar sus pecados, lo que le llevó hasta Euristeo, rey de Tirinto, quien le dio doce trabajos que debía completar antes de encontrar la expiación. Estas encomiendas iban desde matar a la Hidra de nueve cabezas, una serpiente consagrada a Hera, hasta limpiar los establos de Augías en un solo día, lo que consiguió al desviar el curso de un río. Aunque algunos le llevaron más tiempo que otros, Hércules concluyó ocho encargos antes de encontrarse con las amazonas.
En el noveno de sus doce misiones, el rey Euristeo encargó a Hércules que obtuviera el cinturón de Ares, ya que su hija lo deseaba. Tras muchas aventuras, Hércules llegó a Temiscira, -solo o acompañado-, según la versión de la historia, para pedir una audiencia con Hipólita. Ella se reunió con él a bordo de su barco y le pidió que le explicara la razón de su presencia y por qué quería el cinturón. Tras revelarle la historia de sus encomiendas y los resentimientos de la diosa Hera que le atormentaban, la convenció para que se apiadara de él y accediera a darle el cinturón.
Sin embargo, Hera, cuya implacable ira no lograba apaciguarse después de tantos años, no estaba dispuesta a dejar que completara esta tarea tan fácilmente. Disfrazada de amazona, se mezcló entre las guerreras, y difundió rumores de que Hércules no había venido en busca del cinturón, como afirmaba, sino que planeaba secuestrar a Hipólita. Alarmadas, las amazonas tomaron las armas y cabalgaron hasta el barco de Hércules para liberar a su reina. Hércules, pensando que se trataba de un complot traicionero por parte de Hipólita, la mató tomó el cinturón de su cadáver, antes de luchar contra las hordas de amazonas y partir. Así describe Apolodoro el encuentro:
«Cuando [Heracles] atracó en el puerto de Temiscira, Hipólita fue a verle, y ella le preguntó por qué había venido y prometió entregarle el cinturón; pero Hera, bajo la apariencia de una de las amazonas, iba y venía entre la multitud diciendo que los extranjeros recién llegados habían raptado a su reina; así ellas cabalgaron con las armas hacia la nave. Cuando Heracles las vio armadas, creyendo que se trataba de un engaño, mató a Hipólita y la despojó del cinturón; después de pelear con las amazonas restantes se hizo a la mar y arribó a Troya». 1
Algunas historias, que presentan su muerte a manos de Hércules durante el noveno trabajo del héroe, asignan su papel en el mito posterior de Teseo a una de sus hermanas, Antíope o Melanipo. Sea como fuere, la mayoría de los relatos que no describen la muerte de Hipólita a manos de Hércules la sitúan durante el conflicto entre atenienses y amazonas.
No obstante, la influencia de Hipólita se extiende más allá de las páginas de los textos antiguos y halla lugar en la literatura, el cine y los cómics. Este fenómeno demuestra cómo los personajes antiguos pueden ser reinterpretados y seguir siendo relevantes en la modernidad, conectando a las audiencias contemporáneas con las historias del pasado.
Dramaturgos y escritores, como Eurípides y Shakespeare han plasmado su figura en obras que exploran los temas de la guerra, el poder y la feminidad. Hipólita es mencionada con respeto y, a menudo, con un toque de temor reverencial. Su presencia en los textos antiguos resalta la importancia de las mujeres en la narrativa mitológica y su capacidad para influir en los actos heroicos de los personajes masculinos.
En la versión de Shakespeare, la reina amazona representa la visión femenina en la primera parte de Sueño de una noche de verano, donde Hipólita aparece planeando su boda con Teseo, el duque de Atenas. Al comienzo de la obra, Teseo espera ansioso el día de su boda con ella.
«Hipólita, te cortejé con mi espada, y gané tu amor, causándote sufrimientos; pero te desposaré de otra manera, con pompa, con triunfo, con jolgorio». 2
Durante sus primeras narraciones Shakespeare coincide en representar a sus heroínas como menos prepotentes y más adultas. Encarnando una sabiduría, sagacidad e inteligencia que el hombre no tiene y desea controlar.
Aunque Shakespeare no vivió precisamente en una época feminista ni mucho menos, la carga simbólica que la mujer representaba en la sociedad fue una constante en su obra. Uno de los rotores narrativos de este texto es la mujer y sus decisiones. En este sentido, Teseo y Egeo personifican el poderío patriarcal. La voluntad de ambos es la que rige el destino de los jóvenes y especialmente de la mujer en la obra. Aun cuando Hermia decide rebelarse ante la imposición del padre que, socialmente tiene todo el derecho de decisión. En el caso de Teseo e Hipólita es aún más claro. Y aunque se insiste en el amor de ella, el hecho mismo de que su sumisión devenga de una derrota es muy significativo.
En los cómics, como medio visual y narrativo y que ofrecen una plataforma única para la imaginación de personajes mitológicos, Hipólita ha sido retratada de diversas maneras, desde una líder guerrera hasta una reina sabia y compasiva.
En el universo de DC, por ejemplo, Hipólita es la madre de Diana, también conocida como Wonder Woman, lo cual integra la mitología griega en la narrativa de los superhéroes. Esta conexión entre las mitologías antigua y moderna es testamento de la adaptabilidad y la trascendencia de los mitos. Mientras que, en Marvel el personaje ha tenido apariciones que, aunque menos prominentes, también contribuyen a mantener viva la leyenda de la reina de las amazonas en la cultura popular.
En resumen, Hipólita no solo fue la reina de las amazonas, sino también un símbolo de la fuerza femenina en la mitología. Su historia refleja temas de lucha, poder y la dualidad de las relaciones entre hombres y mujeres en la antigüedad, lo que la hace relevante incluso en la actualidad. Ya sea en los mitos originales o en la época moderna, esta poderosa líder femenina, a pesar de morir muchas veces en diferentes historias, se niega a caer en el olvido.
- Apollodorus. The library of Greek Mythology. Oxford University : s.n., 2008. ↩︎
- Shakespeare, William. El sueño de una noche de verano. s.l. : Ediciones Cátedra, 2010. ↩︎
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