Entrevista a John Alejandro Ricaurte

El Último Vizcaíno, o la infructuosa lucha contra el cambio.

El Maestro John Alejandro Ricaurte es uno de los destacados investigadores del Centro de Estudios Vascos de Antioquia, en Colombia. La especialización de este tipo de estudios indica que el Maestro podría tener un nivel de exposición que, como en el caso de la mayor parte de los investigadores serios, podría ser difícil de comprender, a menos que se esté empapado del mismo tipo de estudios que el propio Maestro y sus colegas del centro, quienes lanzan a través de sus páginas el resultado de sus investigaciones periódicamente.

Todo lo contrario: en la entrevista del 28 de septiembre del presente, en la plataforma de Eternas Lunas, a las 19:00 del horario de la Ciudad de México, en una agradable charla, el Maestro nos hizo entender que puede ser muy ameno el abordar la historia desde la prespectiva de la Literatura, (que es justo por lo que traemos esta extracto de la entrevista para ustedes en LITERPO).

El maestro ha escrito en torno a periodos muy específicos de la historia.  Y con respecto a esto, le preguntamos al Maestro cómo fue que comenzó su interés por la historia: 

 — Bueno, Paul. Es un cuento. -Dice familiarmente el investigador- Digamos que fue hace años, inicialmente desde la infancia, cuando me gustaban las películas de arqueología y sobre la egiptología. Por ser la arqueología una ciencia que no tiene muchos campos laborales, también me interesé por la filosofía, la psicología… Me decidí por la historia, porque toca un poquito de todas éstas áreas que conforman la ciencia sociales, y en la sociología, en la antropología, en la arqueología… La historia ha jugado un papel muy importante por ser una de las ciencias sociales más antiguas, relatada por Heródoto y otros sabios grecorromanos. De ahí mi interés por la historia, porque con ella se pueden marcar un poco, tangencialmente, esas disciplinas de las ciencias sociales, y mi apasionamiento por ella.

Al maestro le apasiona la Egiptología, pues nos habla extensamente de la forma en que en la era napoléonica este interés logró el descubrimiento de la imprescindible Piedra Rosetta con la que se han podido traducir los jeroglíficos: «La Egiptología es el curso al que más personas en el mundo se inscriben al año», nos cuenta en un dato sorprendente. 

De la mitología egipcia el maestro pasó a encontrar paralelismos con otras mitologías, aproximándose al objeto de nuestra entrevista, que no es otro que el de charlar de su novela El Último Vizcaíno, novela histórica:

— Es increíble encontrar también paralelismos entre estas sociedades: por ejemplo, en América, en México, en Perú, en Colombia, muchas ruinas arqueológicas están también por investigarse, por descubrirse, lo que nos indica algo muy curioso que siempre hemos pensado: que la historia es una línea que va pasando del  salvajismo al estado de barbarie como algo lineal. Y después al de la civilización como México, Bolivia, Perú… Son sitios arqueológicos de misterio, como en Colombia en San Agustín, la Sierra Nevada: hay muchos sitios arqueológicos y con paralelismo con la Egiptología. Como si en algún momento estuvieron conectadas, es realmente un misterio. Entonces realmente conocer todo esto es apasionante. Mi principal interés fueron las comunidades inmigrantes en Colombia. Tiene bastante interés analizar el papel de las comunidades de grupos inmigrantes europeos que se establecieron en América. 

«El tema de la independencia independencia me parece un periodo clave para entender todo este cambio cambio de paradigma social antigua a una sociedad moderna. Pero lo más interesante son las resistencias hacia la revolución. En cierta forma, es una resistencia hacia la modernidad. (…) Por ejemplo se tiene a un Santo Patrono para  las fiestas patronales. Pero curiosamente tenían múltiples dioses. (…) Esa religiosidad popular se nutre de también del mundo indígena, del mundo pagano y se vuelven un sincretismo. (…) Esa religiosidad es un fenómeno curioso, porque una sociedad moderna se supone que está más alejada de todo esto. Y el más apegado a lo racional, a la explicación racional, lógica científica, mientras que nosotros tenemos una mitología mística, una explicación sobrenatural a cualquier fenómeno. En toda Latinoamérica, ese cambio de paradigma en la época de la Independencia y todo lo que sucedió en torno a la Independencia explica cómo se fundaron nuevos mitos. Se crearon los estados, la nación, y a partir de eso se crea una mitología-patria nueva. Las sociedades modernas sienten la necesidad de la mitología. (…)El culto a los pro-hombres, a los héroes, a las batallas…»

Y es aquí donde el Maestro, después del contexto en el cual construye su investigación, es en donde surge la idea de El Último Mercader Vizcaíno

—Esta obra hace parte de un hilo conductor digamos un vaso comunicante que es recoger todas estas experiencias como historiador, y plasmarlos en una novela. El papel de la ficción  es que se puede jugar con aquellos vacíos, con aquellos aquellas brechas donde los documentos ya no hablan de ciertos momentos, y la ficción viene bien a rellenar todo ese espacio. 

«Es una novela policial, género que se empezó a llamar el «género negro», el género criminal. Se trata de un crimen: el más ignominioso de los crímenes que es atentar contra el presidente. El magnicidio del Padre de la Patria, el Libertador de América, que no era otro si no Simón Bolívar. El atentado fue el 28 de septiembre de 1828. (La entrevista ocurrió justo el 28 de septiembre, lo que nos pareció un dato sorprendente). Intervienen una serie de tramas de intereses por causa de la Constitución Vitalicia que Bolívar desde 1827 había intentado hacer. Una constitución vitalicia donde él es prácticamente el emperador, cierto, del nuevo país que construye que se llama a la Colombia, para unos historiadores conocido como la Gran Colombia porque abarcó un espacio más amplio de lo que hoy es Colombia, abarcaba Venezuela, abarca Ecuador, igualmente Panamá y Colombia por supuesto, entonces, bueno, ya Bolívar había hecho una constitución, la Constitución Boliviana, en Bolivia había hecho una constitución donde se nombrada como emperador y como gobernante vitalicio de este territorio. Intentó implantarla aquí en Colombia. Para muchos, era una contradicción con los valores democráticos que se supone que habían hecho de la independencia un fenómeno justo, un fenómeno contra el que estos individuos lucharon. Lucharon contra el absolutismo monárquico y el control absoluto. Bolívar mismo había luchado contra Fernando VII, y entonces no entendían por qué quería nombrarse como emperador, como casi un monarca,  toda vez que había luchado contra contra esta misma  del gobierno español. Entonces muchos reaccionaron a la Constitución de Bolívar.

«La novela habla de un atentado fallido contra Bolívar, quien logra salvarse gracias a su compañera, Manuela Sáenz, a quien llaman «Libertadora del libertador». Enfrenta a los sediciosos, Bolívar escapa saltando por una ventana, y se refugia en un puente bajo un río qué pasa por Bogotá. (Dicen pues, que de ahí tiene esa enfermedad respiratoria que le cuesta la vida pocos años más adelante, en 1830, por una afección respiratoria).  Bolívar escapa, y muy rápidamente las tropas toman control de la situación: capturan a los sediciosos (especialmente a un puñado de más de 12 civiles o un poco más y una veintena de militares insubordinados) y logra controlar la situación. En los días siguientes se producen las indagatorias y  declaraciones para descubrir una trama de conspiración:  se trata de espías del Rey Español que todavía que quieren restituir la antigua y decadente -según palabras de ellos- monarquía española, hasta una trama internacional. Los habitantes de la región de Antioquia, sobre toda la clase comercial y minera, reacciona sobre todo ante el decreto decreto de Bolívar del año anterior, que dice que todos los mineros de la provincia de Antioquia y de todo el país debían amonedar el oro en la Casa de Moneda de Bogotá, y a los comerciantes de la región no les rendía las mismas utilidades desplazarse para ello hasta esta capital. Era más beneficioso sacarlo de contrabando. Entonces, esto dio paso a Bolívar para militarizar todas los puertos de aduana, todos los sitios de salida del país. Todo esto son teorías que se barajaron en su momento. Hay otra teoría muy importante de que se trató de los opositores políticos, los llamados Santanderistas: Santander era era el segundo, el vicepresidente en ese momento, y querían deponer a Bolívar y nombrar a Santander como presidente bajo los principios de la Constitución de Cúcuta. (…)

John Alejandro Ricaurte – Historiador
John Alejandro Ricaurte – Historiador

«Santander era un personaje muy importante de Colombia y opositor a los venezolanos y se le dio la pena de exilio. El resto de los individuos fueron encarcelados, otros pagaron los tributos, confiscaron los bienes para para pagar, digamos, su participación en este atentado otros fueron exiliados a Venezuela, fuera del país. Otros recibieron amonestaciones menores. Y algunos pocos fueron fusilados. De los más importantes fueron el general Padilla, (un héroe de la independencia local) y dos sujetos que son bajo los cuales se escribe toda la trama, que son el vizcaíno Wenceslao Zulaibar y un francés de la de la región vascofrancesa, que es muy cercana al País Vasco en Francia, que son los bearneses. Dicho francés –Agustín Horment–  era aliado comercial del vizcaíno, de una compañía anglo-francesa de exportaciones. (…) En la novela se explica que el fusilamiento de ambos se debe a que buscaban ajusticiar a individuos que nadie lamentara: comerciantes de poca monta, que es con lo que comienza la novela, con su ajusticiamiento.

(…)»

Le hago notar al maestro que justamente Cien Años de Soledad, de su compatriota Gabriel García Márquez, justo empieza con un fusilamiento.

 — El vizcaíno se acoge a las redes locales, familiares, que se van formando en los lugares a donde migran, y le sirven de red de protección, pues le ofrecen trabajo, alojamiento, comida. Suele pasar que un mercader llama a un pariente para que ayude en la tienda o negocio que hubieran abierto aquí. (…)

El Maestro continúa explicando que el Vizcaíno se suma a las fuerzas anti-independentistas por causa de las circunstancias desfavorables para sus negocios, y que su personaje debe re-acomodarse para sobrevivir. Comenta que se explora el tema de la lucha contra Independencia no sólo como evento político, sino hasta simbólico. Vincula incluso lo acaecido a su protagonista a una maldición, relacionándola con el Vudú, que le predice que su apellido terminará con las muertes de todos los integrantes de la familia.

Un viaje en la historia que pronto estará disponible en las plataformas de venta internacional, pero del cual el Maestro Alejandro Ricaurte nos ofrece un interesante contexto que espero que a ustedes, amigos en Literpo, les produzca el suficiente interés para conocerlo. La obra ya se ha presentado en Caldas, Departamento de Antioquia, en Colombia.

Nos despedimos del Maestro con agrado, y esperamos esta historia de misterio, en donde el Maestro no rehúsa vincularla con el mundo mágico que, a la vez, también es un tipo de resistencia contra la Revolución. Hay cosas que no cambian, y en El Último Vizcaíno podremos leer a qué niveles el cambio -que tanto se alaba hoy en día-, es un fenómeno complejo y no tan sencillo.

Aquí tienen la Entrevista completa

Blog del Centro de Estudios Vascos de Antioquia

Página de Facebook del Centro de Estudios Vascos de Antoquia

Alejandro Ricaurte – Historiador

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Una respuesta a «Entrevista a John Alejandro Ricaurte»
  1. Avatar de barrufet4

    ¡Muy interesante, maestro! 👌

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  1. Así es, la anécdota nos encuentra. Los personajes hablan, los sentimientos se sienten, los recuerdos afloran. Gracias Stániel